Acuciado por la necesidad de puntuar y con el inconveniente de haber preparado con el equipo solo una semana acudió ayer César Láinez, el nuevo entrenador del Real Zaragoza, al campo del Elche. El debut resultó triunfal y los tres tantos logran dar otro impulso para alejar al equipo del descenso. La fórmula a base de cambios en la alineación, la búsqueda de un gol temprano y el buen juego dieron la efectividad suficiente para sentenciar un partido que, una jornada más, era vital. Solo falta que la racha se consolide y vaya a más. El tiempo apremia y la afición lo necesita.