A falta de una información fidedigna de la propia Consejería de Sanidad, que lleva siete meses sin actualizar las listas de espera, el sindicato médico CESM reconoce que, al menos, se han duplicado en un año. Los dirigentes de Sanidad anunciaron que las iban a hacer públicas de "forma inminente". Mentira. Temen los resultados que deberían ofrecer, difíciles de atribuirlos a la "herencia", que tanto criticaron. El descontrol se pone también de manifiesto con el copago hospitalario. Ahora descubren que no lo pueden aplicar porque les falta una herramienta de gestión. Peor imposible.