La voluntad del consejero de Hacienda, Javier Campoy, de renegociar los intereses de la deuda de la comunidad es una iniciativa con la que se pretende reducir el desembolso anual que la comunidad debe pagar por su financiación. Puede resultar efectiva si se consiguen bajar los tipos que en su momento se pactaron con intereses más altos, pero la falta de concreción del consejero en sus previsiones de ahorro no permite valorar la eficacia de la misma, anunciada ayer en las Cortes. Por cierto, en medio de una contienda entre el Gobierno y la oposición sobre las cifras de la misma. El PSOE acusó al Ejecutivo de Rudi de haber incrementado la deuda un 60% en tres años; desde el PP les respondieron que por culpa de la herencia... El caso es que el 18% del presupuesto de gasto se va en intereses. Eso es lo que hay que reducir.