El plan de tráfico y los accesos al campo de fútbol son dos cuestiones que que el Ayuntamiento de Zaragoza tendrá que perfilar con todo detalle para que el Gobierno de Aragón se pronuncie sobre el plan de La Romareda. Antes de decidir sobre la idoneidad de dejar el estadio en su sitio y utilizar parte de los suelos del entorno a usos terciarios, la DGA quiere conocer también el informe que ha solicitado al Miguel Servet para informarse de primera mano sobre las afecciones que puede tener el hospital tras la ampliación del campo de fútbol y la construcción de un gran centro comercial. La prudencia del Ejecutivo está más que justificada.