El Gobierno de Rudi quiere controlar las políticas sobre juventud que se diseñen en Aragón. No quiere oír críticas del tejido juvenil aragonés y no repara en que la voz de los jóvenes aragoneses no se oiga ni en el consejo español ni en el Foro Europeo de la Juventud. El órgano de los jóvenes aragoneses quedará al margen de las ayudas de Europa pero eso le da igual a PP y PAR. Así se desprende del proyecto de ley de juventud de la consejería de Ricardo Oliván que plantea un consejo sin jóvenes dirigido por la DGA. Y así quieren llegar a la sociedad.