El Gobierno de Aragón ha tratado de enmendar de una forma muy tibia el gravísimo error de la consejera de Sanidad, Pilar Ventura, que en una comisión parlamentaria afirmó que se «permitió» a los sanitarios elaborar sus propios EPI porque era un «estímulo». En efecto, como ayer admitió el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, estas declaraciones son «desafortunadas». Por tanto, no es suficiente que la consejera se haya disculpado a través de un Whatsap mandado a los medios o que lo hiciera ayer el propio Lambán. El colectivo de los sanitarios ha sufrido en carne propia la falta de material de protección y cientos de contagios y algún fallecido en Aragón. Por eso reclaman un cese que por ahora no se hará efectivo pero que deja a la consejera en una situación complicada para lo que queda de legislatura. Un error garrafal merece una reacción o unas disculpas más contundentes.