Estas elecciones no son unas elecciones más, la confluencia de las derechas junto a un partido con reminiscencias franquistas y la desmovilización de la izquierda han conseguido gobernar en Andalucía, precedente que no se repetirá el 28 de abril si las gentes de izquierda votan masivamente. Nosotros votaremos PSOE, porque nos parece interesante el programa de ciento diez medidas que se presentó el pasado 27 de marzo en Madrid que centra el debate electoral en temas sociales, alejándose de la crispación a la que pretenden llevarnos los partidos de la derecha.

Como profesores y personas que hemos desempeñado responsabilidades sindicales en materia educativa, no nos pasa por alto que los «110 compromisos con la España que quieres» que da nombre al programa, comienzan hablando de Educación con las primeras diecinueve medidas contenidas en el epígrafe La España del conocimiento, lo que traslada un mensaje claro: la apuesta del PSOE por una Educación de calidad, inclusiva, garante de la igualdad de oportunidades, vertebrada en torno a la enseñanza pública en todos los niveles educativos, desde la educación infantil hasta la universidad.

Merece la pena resaltar el impulso de un Pacto de Estado por la Educación que alcance en 2025 un gasto educativo en porcentaje de PIB que sea la media de los países de la UE, la aprobación de una nueva Ley educativa que derogue la retrógrada LOMCE, el refuerzo de la profesión docente y de sus condiciones laborales, la gratuidad de las escuelas infantiles en el tramo de cero a tres años, garantizando que un 50% de los niños de estas edades estén escolarizados en centros gratuitos en 2025, el impulso de un plan contra el abandono y el fracaso escolar con el objetivo de que en 2025 un 90% de nuestros jóvenes alcancen alguna titulación en educación secundaria postobligatoria, para lo que la apuesta y modernización de la formación profesional que es otra de las medidas, va a ser una herramienta fundamental o el impulso de las oportunidades de formación a lo largo de toda la vida, facilitando la acreditación de la experiencia adquirida en los centros de trabajo para alcanzar titulaciones de FP.

Para la universidad se propone la aprobación de una nueva Ley de Universidades que garantice la formación integral de los estudiantes y que mejore la carrera profesional del personal docente e investigador combatiendo la precariedad de algunos colectivos, la gratuidad de las primeras matrículas en los estudios de grado, así como la negociación de un Pacto de Estado por la Ciencia que haga de la investigación y de la innovación las bases de un progreso justo. Este primer epígrafe se cierra con un relevante conjunto de medidas que nos hablan de I+D+i, de digitalización, de inteligencia artificial o de las tecnologías que hagan a España líder en 5G y en el campo de la cultura resaltaremos la aprobación de una nueva Ley de ordenación de las enseñanzas artísticas superiores, así como la negociación de un Pacto de Estado por la Cultura que contribuya al desarrollo de las industrias culturales y apoye a los jóvenes creadores.

Las noventa y nueve medidas restantes se ubican en seis nuevos epígrafes cuyo título puede dar idea de su contenido: la España competitiva y de las oportunidades, la España del bienestar, la España feminista, la España de la transición ecológica, la España de los derechos y las libertades y una España europea abierta al mundo.

Como sindicalistas no podemos dejar de señalar la decisión de derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral de 2012 del PP, la aprobación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores adaptado al siglo XXI o el aumento progresivo del salario mínimo interprofesional. Seguiríamos enunciando medidas concretas en defensa del medio ambiente, de la igualdad de género, del apoyo a la dependencia y a la diversidad de todo tipo, de profundización del Estado de Derecho y de derechos o la apuesta por una Europa que proteja a sus ciudadanos a la vez que solidaria y abierta al mundo. Seguro que de todo esto se hablará y se opinará en otros artículos como este.

El 28 de abril votaremos PSOE. Pero no solo porque su programa electoral nos parezca posible, adecuado y positivo para dar salida a los problemas y combatir las desigualdades que sufre la España de hoy; lo haremos también porque creemos que, en este momento, es el único partido que puede parar al trío de Colón y poner sensatez sin aumentar la tensión en el difícil tema territorial. En las elecciones generales de 2015 se percibían junto al PSOE otras opciones de izquierda con posibilidades de alcanzar unos buenos resultados que asegurasen un gobierno progresista. El error cometido en 2016 por esas fuerzas facilitando el Gobierno de Mariano Rajoy, falsas uniones preelectorales y problemas internos, hacen que hoy esas izquierdas no garanticen aquellos buenos resultados, aunque, indiscutiblemente, será muy importante para un futuro gobierno progresista que mantengan su suelo electoral lo más alto posible. De esta forma se aseguraría que las propuestas que recogían los PGE fallidos sean una realidad. Con una izquierda fuerte en el Parlamento también se podrían derogar las leyes del tiempo del PP, en concreto, la Reforma Laboral.

España necesita un gobierno progresista, preocupado por combatir todo tipo de desigualdades entre personas y entre comunidades autónomas, defensor de todos los derechos y libertades consagrados en la Constitución y conseguidos tras muchos años de lucha y sufrimiento, implicado en la defensa del medio ambiente y de un modelo de desarrollo sostenible, solidario, abierto e insertado en un modelo social europeo donde los derechos de la ciudadanía estén por encima de la economía. Y eso hoy, para nosotros, quien mejor lo garantiza es el PSOE.

*Exsecretarios generales de Enseñanza de CCOO y UGT