Algo no cuadra. Ayer, el número dos de la consejería de Educación aseguró que el Gobierno tiene una fórmula para pagar la nómina de los profesores de la enseñanza concertada. Entonces, ¿por qué tanto revuelo en la DGA ante la negativa de PP y Podemos a apoyar en las Cortes una modificación presupuestaria millonaria que permitía una manera digamos menos engorrosa para liberar los créditos con los que abonar los sueldos? Definitivamente, todos los partidos, todos, deben abandonar la tentación de usar la educación como elemento de presión política. Y si el Ejecutivo de PSOE-CHA necesita cerrar un acuerdo con el PP, habida cuenta de los problemas de convivencia con Podemos, que lo aleje de esta polémica.