La estación de tren de Calatayud tuvo ayer la negra. Un nuevo apagón se prolongó allí durante casi ocho horas y supuso el regreso a la edad de piedra del ferrocarril. Los servicios de las líneas del AVE no se vieron afectados, pero sí la iluminación, las escaleras macánicas y el sistema de megafonía interna. De un tiempo a esta parte, los cortes se han venido repitiendo en numerosas ocasiones en la estación de la localidad, sin saberse a ciencia cierta su origen. El centro de transformación averiado fue construido por el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), dentro del plan de ampliación y mejora de la estación de la localidad.