Gran notición tras la publicación de la estructura salarial del 2017 por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE). La ganancia media anual por trabajador alcanzó los 23.600 euros, un 2,1% más que el año anterior. Vaya ritmo para recuperar lo perdido en el camino desde el 2008. Pero hay más, la brecha de género tiende a reducirse. Bajó nada menos que 10 euros en comparación con el año anterior y ya solo es (fue en ese periodo) de unos 5.800 euros. Un ritmo de equilibrio espectacular que tiene conmocionadas a las trabajadoras. Ya solo cobran cobran el 22% menos que los hombres. Y en el cómputo global de trabajadores, el salario medio supera los 23.000 euros anuales, el más frecuente no llega a los 17.500, por la distorsión del cálculo que generan las remuneraciones de los porcentualmente pocos receptores de salarios más elevados. También con datos del INE, pero del primer trimestre de este año, hemos conocido que los aragoneses cobran 1.752 euros al mes, siendo la tercera comunidad en la que más crecieron los salarios. Y con todo, todavía están cien euros por debajo de la media nacional. Conviene hacerse a la idea de que los pequeños incrementos de las nóminas apenas dan para no perder puestos en el ránking, pero lejos del podium. Mientras, el gobernador del Banco de España, en su línea aleccionadora, pide más cambios legales para combatir la temporalidad al tiempo que se opone a revertir la reforma laboral del PP que propició el escenario laboral que disfrutamos. Y la CEOE acompaña el mensaje reclamando al Gobierno que no enrede con más normas (como el control horario) y que deje negociar a sindicatos y patronal. No se oyó declinar el verbo enredar cuando se aplicó la reforma del 2012, ni apelar al diálogo social.

*Periodista