El Gobierno ha lanzado una propuesta a un sector de las empresas más dinámicas del país en la que les ofrece apoyo en sus necesidades de flexibilidad laboral y fiscal a cambio de compromisos concretos en investigación y desarrollo. El Ministerio de Industria ha seleccionado 600 compañías, según los criterios de futuro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a las que brinda un proyecto que trata de sentar las bases para el cambio del modelo de crecimiento español. El objetivo es garantizar el futuro de la industria y mitigar los efectos de la deslocalización, que en los últimos meses se ha cebado en nuestra economía.

Es un intento de ayudar al tejido industrial para que aumente la competitividad. El éxito no está garantizado, como tampoco se puede excluir que empresas de otros ámbitos, o incluso de esos mismos pero no seleccionadas, se quejen por trato discriminatorio. Pero lo que queda claro es que estamos ante un plan industrial concreto, muy dirigido a determinadas actividades con posibilidades de exportación. Habrá que ver. Es una iniciativa que no se daba en épocas recientes, donde, por no existir, ni siquiera existía el propio Ministerio de Industria.