La generalizada satisfacción que alberga la afición zaragocista ante la marcha de Agapito Iglesias no acaba de despertar una ilusión esperanzadora con la llegada de los nuevos propietarios, el colectivo de ocho empresarios aragoneses. Ayer dieron una rueda de prensa en la que su portavoz, Luis Gamón, solo aclaró que siguen negociando con un fondo inversor que pueda aportar el capital necesario para la recuperación del club. Y mientras, el juez que instruye el caso saqueo de Plaza en el que está imputado Iglesias, reclama hasta los 50.000 euros de fianza que este recibió por la operación... y sigue la pista de las potenciales cantidades (9 millones) necesarios de ingreso en el club este mismo mes. Un cruce de actos empresariales y judiciales que hace más difícil pensar que esta es la salida a la crisis de supervivencia del Zaragoza.