El paro ha bajado en 122.000 personas en el mejor junio desde la crisis y los afiliados a la Seguridad Social subieron en 56.000. Son datos alentadores, pero que están lejos de garantizar una recuperación sostenible. El fenómeno nuevo y más positivo es que los afiliados a la Seguridad Social --una forma de medir el empleo-- crecen desde el pasado marzo, dato que la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre --la mejor estadística laboral-- todavía no registraba. Habrá que ver pues lo que dice dentro de pocos días la del trimestre que acaba de finalizar. Si esta EPA confirma la creación de empleo estaremos ante un dato sólido pese a que los nuevos contratos indefinidos siguen siendo menos del 10% (no se nota la tarifa plana de 100 euros para fijos) y el aumento se concentra en el empleo temporal y a tiempo parcial. La economía vuelve a crecer y parece que el empleo mejora algo pero, como demuestra el hecho de que se hayan tenido que retirar 5.500 millones de la hucha de las pensiones para afrontar la paga doble de junio de los pensionistas, la escasez de empleo sigue siendo la gran asignatura pendiente de la economía.