Cuando el Gobierno de Aragón creó el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) en 1993, los feminicidios eran considerados crímenes pasionales, la violencia machista se digería en casa y era tabú visibilizarla. Hoy, 25 años después, este organismo se ha convertido en un referente para la promoción de la igualdad real entre mujeres y hombres y para la prevención y atención integral de las víctimas de violencia, que incluso ha puesto en marcha protocolos pioneros.