Los zaragozanos hubieran agradecido el lunes más información de las consecuencias de la violenta tormenta que provocó graves trastornos en la ciudad. Los servicios de emergencia funcionaron, pero no así la comunicación, necesaria en episodios como el vivido hace unas horas. Los árboles caídos y las tejas desprendidas eran una constante por la ciudad, pero al ciudadano le tocó descubrir por sus propios medios dónde estaban los problemas. En casos así, no estaría de más que ayuntamiento y DGA, cada uno desde sus propias competencias, informaran más y mejor de la situación. Por simple servicio público.