Este pasado 11 de febrero se celebró en Madrid el tercer Congreso Nacional de la Internet Segura dedicado a jóvenes entre 11 y 15 años. Promovido por la Comisión Europea se extendió a más de 70 países de todo el mundo e implicó a todos los estamentos. Tuvo un fin concreto, poner de manifiesto la necesidad de desarrollar una internet segura para todos y especialmente para los más jóvenes. Vemos con bastante frecuencia en los medios de comunicación, noticias de delincuentes informáticos que se introducen en las redes sociales con la intención de contactar con menores, seducirles y chantajearles; pederastas informáticos que utilizan un medio tan intangible y anónimo como es el ciberespacio. Estamos ante una reciente delincuencia difícilmente controlable. Estos congresos sirven para orientar y prevenir a padres e hijos y sociedad en general, aún así todos los años, las Fuerzas de Seguridad del Estado visitan los centros escolares para informar sobre los riesgos que los jóvenes pueden tener en conexiones multitudinarias, fomentando cierta conciencia y ética que han de salvaguardar, pero se produce un hecho que no se concilia con el esfuerzo por conseguir esos objetivos, y es la aparente apatía que muchos padres demuestran sobre este tema cuando solo aparecen en las reuniones, no más de un 20%. También se da el innecesario abastecimiento de móviles, Tablets, Smartphones con acceso a internet que tienen muchos menores, si a eso añadimos la idiosincrasia del propio delito, su complejidad y una inexistente legislación internacional, nos podemos dar por desprotegidos, porque aunque nuestro Código Penal castiga estos delitos son muy difíciles de evitar.

Pintora y profesora de C.F.