El ciclo Joven Narrativa Española , recientemente inaugurado en Zaragoza con la misión de revelar las líneas clave que rigen la literatura actual, se abría con la presencia de Juan Manuel de Prada.

Juan Manuel, con toda sinceridad, expuso que el oficio de escribir se fundamenta en la lectura, un amor por los libros que él descubrió de la mano de su abuelo durante las constantes visitas que ambos realizaban a las bibliotecas.

Libros, libros y más libros, incluso aquellos que, por estar vedados para su edad, se teñían con el discreto encanto de lo prohibido. Pero leer no está de moda, si es que alguna vez lo estuvo. Quizá tampoco la reflexión que, indefectiblemente, conduce a un pensamiento propio y, en consecuencia, a unas ideas que nos separan de los demás, que nos hacen diferentes y, por eso mismo, resultan incómodas.

Leer y escribir... ¿cómo hablar de lo que no se siente? ¿cómo expresar lo que no se vive? ¿cómo vivir sin pensar...? La obra de Juan Manuel posee extraños valores, propios de quien desprecia las corrientes acomodaticias y es poco amigo de lo fácil y de lo vulgar.

*Escritora