Los telescopios de medio mundo acaban de fotografiar la existencia de un agujero negro en nuestra galaxia.

Por su parte, la última y, como de costumbre, polémica encuesta del CIS, ha encontrado otro en su demoscopia electoral, pues un 40% largo de votantes españoles se encuentra a años luz de las urnas.

Serán los indecisos quienes decidan el próximo Gobierno. Siendo, en consecuencia, las campañas elementos claves de atracción magnética para ese voto perdido en la distancia sideral.

Pero las campañas, históricamente, casi nunca han decidido en las elecciones españolas. ¿Cómo eliminarlas, moderarlas, abaratarlas? Son carísimas, si bien es cierto que dan grano a mucho pesebre: cargos, cuadros, imprentas, empresas y agencias de publicidad y transporte, restaurantes y hoteles...

No hay día, sea o no periodo electoral, que los partidos no den un mitin. No hay día, sea noticia su contenido o no (casi nunca lo es), que Prado del Rey no les dedique su cuota de pantalla. ¿Por qué desperdiciarla, con lo que cuesta? Para rentabilizar su diario minuto de gloria (a menudo demasiados minutos) los líderes se hacen la foto, el vídeo, posan con el emigrante, el desahuciado, el transexual, el parado, el joven emprendedor, el jubilado, todo aquel arquetipo susceptible de ser teletransportado hacia sus polos de atracción.

¿Cónseguirán los Sánchez y Casado atraer a nuevos votantes de aquí al 28 de abril? Estando tan vistos como Pablo Iglesias o Albert Rivera, es dudoso. ¿Y Vox, seguirá aumentando sus expectativas? En el caso de Abascal, la novedad juega bastante más a favor que su programa; al ser esta su primera campaña de verdadero relieve, hay curiosidad, siquiera morbosa.

Pedro Sánchez es el astronauta mejor colocado para dirigir una marciana nave en la que el país navega sin rumbo por universos ignotos. Ha recuperado votos perdidos, ha encapsulado a Podemos y apunta al centro izquierda que Ciudadanos, con menos gravedad en las encuesdeja libre. Casado, en su rígido rumbo, le ayuda a desnortar la derecha. Inquietando al PSOE, eso sí, los venusinos de ERC y su posible invasión interesterlar.

Por lo demás, es una encuesta.