El ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, va a tener que ejercer otra vez de auténtico conseller de la Generalitat. Ocurre que a los pocos días de hacerse el traslado de los bienes de Sijena del Museo de Lérida al monasterio oscense, apareció el lienzo de la Inmaculada que se había perdido en el obispado leridano. Si entonces el ministro-conseller hubiera ordenado al museo su inmediata devolución a Aragón, se habrían ahorrado la nueva judicialización del caso. Eso que tan poco gusta al Gobierno del PP. Si tanto habla de cumplir los mandatos judiciales en otros temas, ¿por qué le cuesta tanto al Ejecutivo hacerlo con Aragón? ¿O es que el PP tiene dudas sobre el tema? Ahora, otra vez a esperar, ni se sabe cuánto.