Tras la denuncia de presuntas irregularidades en las pruebas de determinadas asignaturas, las oposiciones de Secundaria y Formación Profesional, que se celebraron en Aragón el pasado 23 de junio, añaden otra controversia: la del alto número de suspensos registrado en algunas especialidades y que ya haya algunas con plazas desiertas. Los opositores se quejan de la dificultad de las pruebas y de la dureza del sistema de corrección. La DGA, convocante, aduce que los tribunales se rigen por la normativa estatal y que solo el 3% de la oferta ha quedado desierta. Sea lo que fuere, unas pruebas de esta categoría --se presentaron 5.856 personas para 763 plazas-- deben estar regidas por la transparencia.