Los nuevos empresarios ya no tienen empresas. Ahora tienen «aplicaciones». Ya no hace falta, ¿para qué?, comprar o alquilar grandes naves en polígonos industriales, ni es necesario invertir en maquinaria ni contratar a decenas o cientos de operarios para que hagan funcionar cadenas de producción. Con un móvil y la patente de una nueva «aplicación» es suficiente para ser emprendedor, 'influencer', empresario, 'starup'... Ni siquiera haría falta una secretaria, ¿a qué fin, teniendo móvil?

Un ejemplo de estas nuevas empresas sin obreros ni producto tangible, sin directores generales ni oficinas es una «aplicación» con nombre en inglés (por supuesto) que dos (supuestamente) emprendedores madrileños han fundado «para reservar espacios en la práctica de deportes de la raqueta».

Como el que a ellos les gusta es el pádel, a esta especialidad han dedicado el grueso de su programa. Que consiste en facilitar a los jugadores el contacto con otros aficionados al pádel con los que podrían quedar, compartir un partido, quién sabe si labrar una amistad… Si usted, por ejemplo, siendo jugador de pádel, tiene que desplazarse, pongamos, a Tarifa, por negocios, en lugar de tarifarse en el hotel podría consultar, gracias a esta aplicación, si hay jugadores de pádel en Tarifa, si tienen más o menos su nivel y si están disponibles para jugar con usted, compartiendo la tarifa 'online' (el dinero, como agente de contagio, está prohibido) y el posterior chat para comentar cómo ha ido el juego. Más adelante, quién sabe, esos jugadores de pádel de Tarifa podrían viajar a Aragón, donde ya tendrían un conocido, quizá un amigo con quien jugar el partido de revancha, y chatearlo luego…

Lejos de presentarse como resilientes, inclusivos o transversales, los ejecutivos de esta aplicación se abanderan como «expertos en el emprendimiento digital y dueños de una empresa disruptiva e innovadora que precisará mucha inversión en tecnología». Al mirar hacia delante se prometen un futuro esplendoroso, con muchos millones de facturación, «generando economías de escalas y presencia en distintos países porque el estilo de vida del pádel es internacional».

No otro parece ser el perfil de estos nuevos emprendedores, sin fábrica, sin industria, sin director general y sin secretaria, pero con un móvil y tantos amigos como horas libres para… ¿organizar liguillas de pádel?