Miles de aficionados improvisaron ayer un caluroso recibimiento al Real Zaragoza en el entorno de La Romareda. Aunque el club había suspendido previamente cualquier celebración deportiva en señal de duelo y respeto a las víctimas de los atentados de Madrid, los zaragocistas quisieron acompañar a sus héroes en el momento de trasladar la Copa del Rey ¡la sexta! a la sala de trofeos del club. Cumplido el objetivo de la Copa del Rey, el equipo afronta ahora un paso decisivo en la Liga. Víctor Muñoz demostró el miércoles en el Lluis Companys, ante el potente Real Madrid, que cree firmemente en las posibilidades de sus jugadores. Y en el mismo escenario, la afición se conjuró para arropar al equipo y darle fuelle en todo momento. Con el buen hacer de unos y la pasión y el aliento de los otros, el próximo partido tiene que ser un revulsivo para todos. Es un buen momento para empezar a ver un poco más cerca la permanencia.