Las mismas que llenan silencios y no significan nada, mandan matar, abren fronteras, las cierran, tienden puentes, los vuelan, establecen lazos, los cortan, dan oportunidades, las niegan, explican conflictos, los crean. Negro , por ejemplo, denota racismo en el señor ese del fútbol e incita a forofos estúpidos e incultos a montar una carajera vergonzosa y de la que los clubes responsables no se avergüenzan. En Cuba es palabra de amor. Paz, en boca del emperador del mundo, es un remedo de expolio y control de los bienes nacionales de un país invadido. Para la gente que yo respeto es símbolo de esperanza; mas que ausencia de guerra, la necesidad de justicia y de unos mínimos económicos cubiertos. Democracia es convivencia, la Conferencia Episcopal quiere que signifique privilegio. El uso del lenguaje refleja estados mentales, opciones vitales y nivel cultural. El escaso vocabulario es la expresión de una mente estrecha. No oír las palabras de los otros es la mayor negativa posible al entendimiento humano. En este desbarajuste del mundo las palabras del Seminario de Investigación para la Paz (20 años) son un bálsamo al desastre y una oportunidad mundial de mirarnos sin destrozarnos.

*Periodista