Lo cotidiano, lo inane pero fundamental para muchos. Regresas al trabajo y dejas para mañana la sustancia. Hola que tal, como te han ido las vacaciones, ¿tienes el síndrome vacacional? Por esta Universidad zaragozana, el tema de moda es el aparcamiento. Como ni poseo carnet de conducir ni tengo coche propio, escucho indolente pero con sumo interés. Resulta que la autoridad competente, faltaría más, ha auspiciado el pago de 36 euros para poder aparcar en un campus que, si tal fuere, debería permanecer vacío de vehículos. Ilusión imposible, porque mucha gente dice necesitar para sus desplazamientos el manido cuatro ruedas, aunque el lugar de destino sea la céntrica Plaza de San Francisco. A falta de soluciones imaginativas, que las hay, quien puede ha dispuesto cobrar unos cuantos euros que no aseguran plaza. Pagas tus dineros, acudes al lugar de trabajo y no puedes entrar porque el aparcamiento ya está completo. ¿Te devolverán la parte correspondiente de lo no utlizado? La Oficina de Defensa del Consumidor tiene tajo, aunque solamente sea para acallar lo que se ha convertido en comidilla de moda entre los recién llegados de vacaciones.

*Profesor de universidad