Hacer legal lo real es el objetivo de las Primeras Jornadas Aragonesas de Inmigración, que se celebran en Zaragoza organizadas por el Gobierno de Aragón y la CAI. De los 75.000 inmigrantes que viven en la comunidad sólo 41.943 tenían en junio pasado permiso de residencia, lo que representa un excelente negocio para las mafias que se aprovechan de los inmigrantes como mano de obra barata al tiempo que timan al Estado, por cuanto estos trabajadores no pagan impuestos ni cotizan. Las instituciones no pueden seguir mirando para otro lado ante un problema que tiene a los inmigrantes como principales víctimas.