En la prehistoria reciente, había mucha gente que se iba de viaje de novios a Canarias. Ahora también, pero menos. Los recién casados aprovechaban bien los chollos y volvían cargados de transistores y relojes de prestigio, comprados a mitad de precio. Lo japonés era lo mejor. Uno se distinguía mucho con un Seiko marcando la hora en la muñeca.

En cierto tipo de bazares se vendían estos relojes, con su clásica marca de cinco letras, colocada en el centro de la esfera. Tenían siempre las manecillas paradas a las doce en punto, dejando ver a su lado izquierdo las letras Se y a su derecho ko . El precio era un ganga en comparación con lo que costaba un ejemplar así en la península. La pila se vendía aparte.

La pareja volvía del viaje con sus Seikos a cuestas. El yerno quedón daba al suegro el reloj de regalo, cargaba la pila y lo ponía en hora. Justo en ese momento se evidenciaba el timo y también entonces el suegro tomaba la medida de lo que le esperaba con ese yerno: el reloj comprado era marca Serko, con r . Las manecillas paradas inocentemente a las doce en punto no eran tan inocentes. Un timo.

En España, pese a los múltiples daños colaterales que se originan, si no te falsifican, imitan, piratean, plagian etc, etc, pues malo, malo. Si no figuras en los diversos top-manta que existen, no sólo musicales, pues entonces es que todavía no vales lo que hay que valer. Ya llegarán los imitadores, la gente que se convierte en un bis de ti, o los que se inspiran en ideologías de otros y las venden como descubrimientos propios. Aquí, al final, se respeta poco el copy .

De vez en cuando, ya se ve, saltan casos de un Original que arremete contra la Copia. Eso suele dar mucho juego. Por ejemplo Agatha Ruiz de la Prada está que trina: dice que le están fusilando sus diseños. Esta semana ha convocado una rueda de prensa para informar del caso. Así que si uno ve algo así como una Caperucita por la calle, cosa extraña pero no imposible, puede ser que no sea uno de los productos de la famosa factoría, sino su plagio.

Dejando a un lado el convulso sector textil, la política también suele dar mucho juego. Y a lo que voy: además de los disparates antinacionalistas de Rodríguez Ibarra, algunas propuestas económicas y fiscales lanzadas por el PSOE suenan por completo a ideología PP. A ver si nos aclaramos.