Un gran proyecto teórico, gestado por el Ayuntamiento de Zaragoza, a partir del año de la Expo 2008 y posterior candidatura a Capital Europea de la Cultura para el 2016. El plan está lleno de buenas intenciones y estrategias instaladas en una utopía, que no ha generado más que expectativas diluidas en un mero índice de actividades culturales, como las puede tener cualquier municipio mediano. La Mesa Sectorial de las Artes Visuales, que pertenece a este plan director, se ha reunido y concitado a representantes del sector para escuchar ideas sobre lo ya establecido. Presidida por el Consejero de Cultura Jerónimo Blasco, estuvo llena de complacencias y autosatisfacciones. La cosa tiene guasa cuando recordamos el mal trato que tuvieron en la Expo 2008 los artistas cuando fueron convocados para llevar obra y esta fue colgada cual jamones en el pabellón del ayuntamiento sin más oportunidades. En la reunión se alzó alguna voz crítica para exponer una realidad no contemplada: la situación de precariedad de los artistas y la desconexión de la ciudadanía con el arte actual. La falta de reconocimiento y respeto a los artistas de la tierra por parte de la Consejería de Cultura no ayuda a solventar la situación crítica del sector cuando impone donación de obra por exponer en sus dependencias, cuando elimina cursos en la Universidad Popular sobre arte contemporáneo internacional y local, y cuando hacen caso omiso a la aceptación del Código Deontológico de Buenas Practicas propuesto por el Instituto de Arte Contemporáneo. Una política cultural que debería sentar las bases para establecer cualquier plan. Se dijo, se propuso y escucharon, esperemos que sirva para algo. Pintora y profesora de C.F.