¡Lo que hubo que aguantar en cada una de sus intervenciones públicas, en las redes y, personalmente, en aquel observatorio de los acuerdos entre dos partidos que nunca debió de ser otra cosa que una comisión de seguimiento! Había que hartarse de paciencia para soportar los mantras de la nueva política, el descrédito de todo lo anterior, desde la transición a tanta lucha y tanto sacrificio de tanta gente con militancia en partidos, en sindicatos o en otro tipo de organizaciones, a los que se tiró a la basura desde una superioridad moral autoproclamada. Entre los nuevos actores había algunos viejos y conocidos luchadores, pero abundaban las gentes que debutaban en el escenario político viniendo cómodamente desde su casa o desde militancias muy genéricas y poco comprometidas. Y había que aguantarles sus descalificaciones dando lecciones a todo el mundo. De la casta y el PPSOE la misma mierda es hemos pasado a suspirar por el Gobierno de coalición.

Nunca he criticado en público ninguna opción de izquierdas y no lo haré ahora. Sé quienes son los compañeros de viaje más o menos próximos y quienes son los adversarios, los que están en contra de los avances en justicia social, en igualdad, en solidaridad, los que en cuanto pueden disminuyen el Estado social. Por eso ahora, me limitaré a deciros que, compañeros, un poco de humildad. Lo habéis hecho bastante mal según los resultados de las urnas. En muy poco tiempo habéis caído en los errores que, a veces con mucha razón, criticabais. Tirad a la basura vuestros mantras y aplicaros las lecciones a vosotros mismos y esto vale también para los de ZeC y para el que pasó de una al otro un mes antes para asegurarse el puestecico.

*Profesor de universidad