El bloqueo es un arte del baloncesto muy plástico cuando, claro, acaba bien. Consiste en cortar la trayectoria de un rival para facilitar que un compañero quede sin marca y a ser posible con opción de tiro. Lo raro es bloquear a alguien de tu propio equipo para que sea otro ajeno a tus colores el que salga beneficiado (léase Santisteve). Urge que en Podemos Zaragoza aclare cuanto antes sus movimientos en el ayuntamiento porque desde fuera se perciben zancadillas y dobles juegos que poco encajan con la imagen de buen rollo, transparencia y debate abierto que se pretende dar.