La autoridad gubernativa en Zaragoza no fue muy eficiente el pasado sábado al permitir que coincidieran dos eventos a la misma hora y en el mismo lugar. Se juntaron en la plaza del Pilar los pensionistas, en una nueva jornada de protestas, con el inicio de la fiesta cultural Zaragoza Diversa. Pitos, abucheos y malestar entre unos y otros fue el resultado. Por muy grande que sea la plaza, no es lógica la coincidencia. A alguien se le fue la mano.