Se equivoca el presidente del PP aragonés, Luis María Beamonte. Pensar que con unas disculpas públicas y el compromiso de que no volverá a repetirse se debe zanjar la polémica generada por el concejal de Novallas y consejero comarcal de Tarazona, Eloy Valero, es una gran torpeza política. Tanto que se habla de ejemplarizar desde las filas conservadoras, ahora les toca a ellos y en Aragón. El edil insultó gravemente a políticos de PSOE y Podemos en distintas redes sociales y eso no es una equivocación que se arregla con un perdón. Eso es incitar al odio y provocar una mayor tensión y enfrentamiento ahora que, sobre todo a nivel nacional, el ambiente entre la derecha y los partidos en el Gobierno central está muy cargado. Que un cargo público que cobra del dinero de todos se permita difamar a políticos de otros partidos y que sus responsables no le den un escarmiento es señal de que algo falla en política.