La Comisión de Economía de las Cortes de Aragón y la Comisión para el Futuro de Zaragoza vivieron ayer debates cruzados. En el parlamento, PP y PSOE tuvieron un rifirrafe por las ayudas a los autónomos porque los populares quieren que el Gobierno dé ayudas directas y la consejera socialista de Economía dijo que la prioridad es facilitarles el acceso a la financiación. Curiosamente en el Ayuntamiento de Zaragoza, los conservadores, en el gobierno, se decantaban por dar a los comerciantes préstamos participativos, mientras que la oposición socialista, además de estar de acuerdo con estos, pedía también ayudas directas. La reconstrucción no puede ir por estos derroteros políticos. Si hace unos días se valoraba la unión política para salvar las economías de los aragoneses, hoy debe pedirse a los grandes partidos que sigan por ese rumbo. Actuar desde la comodidad de la oposición no arregla nada.