Los datos son demoledores: un 36% de las personas que se inician en el juego tienen menos de 21 años y más de un 6% de menores entre 14 y 18 años reconoce haber apostado. Las Cortes aragonesas debatieron ayer sobre esta actividad y de su compleja gestión por las competencias administrativas. Sin embargo, las conductas adictivas aumentan y especialmente entre los jóvenes. Y ello obliga a actuar con decisión y de forma conjunta entre administraciones.