Que el lindano es un grave problema en Sabiñánigo y en la cuenca del río Gállego no es ninguna sorpresa para los aragoneses, conocedores de los destrozos de Inquinosa en el Serrablo. Ahora bien, que también existan restos importantes del pesticida en la cuenca del río Manuebles, afluente del Jalón, es realmente un hallazgo preocupante. En la mina de Borobia, ubicada en Soria, se vertieron hace décadas decenas de toneladas del producto químico proveniente de una explotación de Bilbao. Y años después la contaminación persiste. Una muestra más de que es necesario un plan contudente y definitivo de las administraciones para la limpieza integral de estos restos peligrosos para la salud de miles de personas.