Abierta la veda electoral, me sorprende cual pardillo un hecho de relevancia supina: ¿es o no un asunto de Estado la candidatura de Zaragoza para celebrar una Expo en el 2008? Si así fuere, ¿no les llama la atención que ninguna formación política, ninguna, incluya en su programa electoral asunto tan decisivo para nuestro futuro? Eso es lo que pintamos, más allá de bellas palabras y florentinas promesas. Cuando tuvimos que empujar el carro para lograr que en 1992 Sevilla y Barcelona obtuvieran sedes de Expo de primera los andaluces y olímpica los catalanes, el empeño colectivo funcionó a las mil maravillas, los españolitos todos empujando con entusiasmo para alcanzar tales objetivos. Hubo dinero público a sacos, salva sea la parte bellonera, o las andanzas de algún catalán ilustre que todavía pena su larga mano, para lograr que ambos proyectos llegaran a buen término, todos los partidos en amable consenso. Aquí nos hubiera gustado verlos, todos los programas de las distintas ofertas para el ejercicio 2004-2008 cantando las bondades de Zaragoza 2008 y su firme compromiso de apoyar un evento fundamental para la modernización y futuro de Aragón.

*Profesor de Universidad