El consejero de Turismo del Gobierno aragonés, Arturo Aliaga, dio ayer un toque de atención a los empresarios del sector por el aumento considerable de los precios y ante el leve incremento (prácticamente estancamiento) del negocio durante el pasado verano. No es que haya una clara relación entre ambas cuestiones, pero sí que es cierto que, aunque falte un plan integral del turismo en Aragón, los empresarios deben poner mucho de su parte para continuar elevando el listón de la actividad. Y en ocasiones un precio alto, si no lleva la calidad adecuada, espanta más que atrae. Algo que, como dice el consejero, hay que reflexionar.