Hacía algún tiempo que no veía al fotógrafo Eduardo Forcada y muy oportuna y adecuadamente nos citamos a cenar en el barrio San Pablo, en un restaurante donde sirven carnes africanas, cocodrilo y tal. Forcada acaba de regresar de un nuevo viaje por el sur de Etopía, donde los heroicos misioneros de la Comunidad de San Pablo, con quienes colabora, han cimentado una nueva misión. Asimismo, Forcada ha inaugurado una exposición en la zaragozana Sala de Exposiciones Cuarto Espacio, que realmente vale la pena visitar.

En sus paredes cuelgan un centenar de fotografías que parecen vivas, tan expresivos son los rostros y gestos de sus protagonistas.

Todos ellos/as, nativos de las últimas tribus africanas que podríamos considerar conservadas en un estado primordial, sin que sus raíces y ritos, jerarquías y costumbres se hayan visto afectadas por el progreso.

La difícil geografía de sus hábitats protege su conservación, no en vano estas primitivas etnias sobreviven en lugares tan inhóspitos como la baja Etiopía o Sudán, cerca del rif donde aparecerían Lucy y los primeros restos humanos, y de los altos páramos y del cauce del río Omo donde tribus como los niangatom siguen dedicándose a la ganadería.

No ha expuesto, sin embargo, Forcada algunas fotos donde se ven las consecuencias de la guerra larvada que aflige aquellas zonas, cuerpos heridos, niños famélicos por las hambrunas, pero el fotógrafo/viajero que es Forcada conoce bien esa terrible y, al mismo tiempo fascinante realidad.

Su exposición en Cuarto Espacio lleva por título «Amaisan», palabra que en lengia niangatom significa sonrisa.

Ha sido, precisamente, esa congénita alegría de los africanos la que el artista ha querido manifestar a través de su serie de excepcionales retratos.

Imágenes que hablan por sí solas de fraternidad y animismo, de creatividad y fiereza, de animalidad y espiritualidad, de orgullo étnico y diversidad racial, de armonía y belleza... Jóvenes guerreros, jóvenes doncellas, viejos hechiceros nos invitan a conocer sus almas.

África. El misterio.