Intentan convencernos, presentándolo como algo inevitable, que lo que nos han robado, en términos de derechos sociales, sindicales y políticos, en el deterioro de los Servicios Sociales, en la Sanidad y la Educación es algo que ya no volverá. Ya nada será como antes, se nos dice. Estamos en un nuevo modelo económico en el que el empleo es inestable y mal pagado, por definición, los sindicatos, como algo del pasado, sobran y el Estado de Bienestar era un sueño insostenible. Este es un dogma, un dogma tóxico que se nos intenta imponer ideológicamente como si de un terremoto se tratara. Están consiguiendo, con la coartada de la crisis que ellos han provocado, imponer su utopía, volver a aquel capitalismo salvaje e individualista del siglo XIX con un Estado mínimo al servicio del orden público que garantiza las condiciones de explotación de las mayorías. Como todos los dogmas, éste también es pura ideología.

El futuro no está escrito en las estrellas, lo construiremos los seres humanos. Se puede construir otra sociedad en la dirección de la propuesta socialista "salvar personas" proponiendo un subsidio para parados de larga duración, que carezcan de ingresos y tengan responsabilidades familiares. Hay más de 3 millones de desempleados sin ningún tipo de prestación a los que no se les puede dejar en la estacada. La derecha dice unas cosas y hace otras: amnistiar a los defraudadores y bajar los impuestos a las grandes empresas y las grandes fortunas, y deteriorar todo lo público.

Profesor de Universidad