El Gobierno hizo pública ayer la macroencuesta electoral del CIS, que prevé que el PP conservará de forma ajustada la mayoría absoluta. La principal duda sobre el valor actual del resultado del sondeo reside en sus fechas de realización. Las entrevistas se realizaron entre el 24 de enero y el 15 de febrero, es decir los días en que trascendió la entrevista entre Carod-Rovira y ETA, pero antes de la tregua trampa y de la sustitución definitiva de Carod en el Gobierno catalán. Es posible que el ánimo psicológico del electorado haya cambiado después en algún sentido, y que la insistencia en una campaña-bronca movilice o desmovilice indecisos, despierte conciencias o mueva hacia adelante o atrás el impulso del voto útil... De la opinión que se hayan formado los ciudadanos tras este crispado debate, y de lo que depare lo que queda de la campaña electoral, dependen los resultados reales. Sobre todo en Aragón donde, según la encuesta, el PP repetiría los mismos resultados de hace cuatro años, cuando el Gobierno de Aznar aún no había desvelado sus planes para trasvasar el agua del Ebro. Los datos de este sondeo rompen la tendencia de los realizados recientemente en Aragón, en los que las primeras piedras del trasvase parecían pesar algo.