Al final se ha impuesto el sentido común y el Ayuntamiento de Zaragoza instaló ayer maceteros en la calle Alfonso tal y como las fuerzas de seguridad solicitan para prevención. Es una medida que ya se tomó en las pasadas navidades, tras el ataque al mercadillo de Berlín, aunque después se retiraron. Deberían haber continuado porque el riesgo es evidente y la alerta antiterrorista que hay en este país es tan alta que así lo merece la situación. Es verdad que entorpece para desfiles, eventos e hasta para el paso de repartos y emergencias. Es por eso por lo que habría que pensar en otros mobiliarios y, sobre todo, en vigilar la basílica del Pilar, monumento que siempre está en el punto de mira. Ante todo, seguridad.