Que la nueva y demandada rotonda de la estación de Delicias era más que necesaria y que su entrada en funcionamiento va a facilitar muchos desplazamientos era evidente. Pero por si había alguna duda, ayer mismo, el propio concejal de Grandes Infraestructuras de Zaragoza, Ricardo Berdié lo pudo comprobar en vivo y en directo. Después de la inauguración de la obra, el edil se fue en coche al edificio de Urbanismo de la Romareda y el trayecto que la semana pasada le costó doce o quince minutos, ayer lo hizo en tan sólo cinco.