Cepa británica, sudafricana, brasileña…, que si las vacunas para arriba, para abajo, si harán efecto sobre las diferentes mutaciones a las que el puñetero bicho pueda llegar, tasas de contagios, de positividad, defunciones…, y ahora, para rematar, la ola de frío, esa Filomena odiosa que ha dejado medio del revés al país. No son otras las noticias que se pueden consumir en esta era coronavírica, en la que nada es normal, ni lo será durante mucho tiempo, eso dicen los pseudoexpertos que juegan a vaticinar con roles más cercanos a los de gurús y adivinos que al de científicos. Y es que, verdaderamente, nadie sabe nada. Responsables de la OMS en Wuhan intentando dar con el origen de la pandemia, tratando de demostrar qué animal trasladó el virus al humano para aprender de los errores y prevenir pandemias en el futuro. Error, el único capaz de crear un virus tan inteligente y mortal, es el más animal de todos los moradores del sistema planetario, el hombre, igualmente responsable del cambio climático y de la fabricación de semejante temporal de nieve como el que estos días hemos vivido en España. Las teorías conspiratorias hablan de que son también los chinos (como en el caso de l covid-19), los generadores de estos desarreglos climatológicos tan devastadores. A saber… Lo que sí está claro, es que los pilares de la Tierra se resquebrajan, y con ellos, el sector hotelero, hostelero, el turismo…, y suma y sigue. Dan ganas de seguir el camino de las sabias grullas que pueblan Gallocanta por estas fechas, pero que al ver venir la borrasca y las temperaturas siberianas, han migrado a Extremadura. Dichosas ellas que no están atrapadas en Aragón por decreto ley, y cuentan con vuelo a motor propio.