Ni el Zaragoza maravillaba hace cuatro o cinco jornadas ni hoy defrauda, pero tras encadenar la peor racha lejos de La Romareda desde hace 25 años está claro que necesita un revulsivo. Hasta tres colistas han doblegado sucesivamente al equipo: Racing, Mallorca y Numancia, por lo que la solidez del conjunto que entrena Víctor Muñoz está en entredicho. No se trata de ser tremendistas, pero ha llegado el momento de la verdad. Cuando ya se ha consumido un tercio de la campaña liguera y con la clasificación para las rondas definitivas de la Copa de la UEFA a punto de decidirse, es necesario que el bloque zaragocista se reencuentre con el fútbol y con una afición que ya muestra síntomas de inquietud. La mala racha de resultados en noviembre --dos puntos en la Liga, eliminación en la Copa del Rey y una dolorosa derrota europea-- invitan a pensar incluso en la necesidad de incorporar algún refuerzo en el mercado de invierno.