Llega el que sin duda va a ser el verano más atípico de nuestras vidas. Un verano marcado por la nueva normalidad que impone la enfermedad covid-19. Las diferentes estrategias de cada país para la contención del virus y la posibilidad de afrontar una cuarentena hacen si no más difícil sí un poco más arriesgado el viajar al exterior. Así las cosas este verano puede ser una magnífica oportunidad para hacer turismo por España. Practicar el turismo de interior y hacer ese viaje que, por cercanía, por proximidad, siempre hemos dejado para otro año. Contribuiremos también así, ante la previsible menor llegada de turistas, a revitalizar una economía tocada por la crisis sanitaria.

El norte de España se presenta como uno de los destinos más apetecibles en época estival. De Lugo a Guipuzcoa, la cuenca del Cantábrico combina las posibilidades de practicar un turismo tradicional de playa y montaña con un clima más benigno, una enorme riqueza patrimonial y paisajística, servicios de calidad y una maravillosa y variada gastronomía. De las muchas opciones que nos ofrece el norte de la península, en esta ocasión vamos a quedarnos con Cantabria.

La comunidad cántabra destaca por la variedad de sus paisajes y abundancia de espacios protegidos. Con parques emblemáticos como Los Picos de Europa o Cabárceno, una tercera parte de los 5.289 kilómetros cuadrados de la región se encuentran bajo alguna figura de protección y eso se deja notar en un variado paisaje en que se dan continuidad bosques, playas rodeadas de prados, acantilados de singular belleza, cuevas, marismas, montes y montañas. Si han hecho falta millones de años para conformar esa riqueza natural apenas unos miles de años separan las pinturas rupestres de las construcciones neogóticas y del modernismo que caracterizan la arquitectura de la capital Santander. Es el tiempo que la humanidad ha tenido para dejar un notable patromonio arquitectónico y cultural en la región. Se deja ver en Altamira y las otras nueve cuevas declaradas Patrimonio de la Humanidad pero también en los conjuntos patrimoniales de localidades como Liérganes, Alceda, Cartes, Potes o Santillana del Mar. Y también en cientos de ermitas, iglesias, palacios y yacimientos distribuidos por toda la región.

La naturaleza también se disfruta de forma activa y en Cantabria encontraremos multitud de oportunidades para hacerlo en una enorme red de senderos perfectamente informada y acondicionada para recorrer andando, en bicicleta o a caballo. La variedad del paisaje hace de la región un destino ideal para los amantes de los deportes de aventura que podrán practicar actividades como canoa, rafting, parapente, espeleología, 4x4, esquí acuático, barranquismo, puenting, etc. Sin olvidar que en la comunidad existe una tradición centenaria de turismo de salud y bienestar ligada a las aguas termales que podremos disfrutar en numerosos balnearios y spas. Y si buscamos un turismo más tradicional de sol y playa, en sus más de 220 kilómetros de costa, Cantabria abre más de 90 playas al mar, entre ellas las famosas playas de El Sardinero en el núcleo urbano de Santander.

A la altura de ese patrimonio natural y cultural está una red de servicios y profesionales turísticos que en las últimas décadas han sabido crecer y adaptarse para dar respuesta a un turista cada vez más heterogéneo. Para alojarnos encontraremos una gran variedad de hoteles en Cantabria que se complementa con una amplia red de casas rurales y campings. Para el viajero interesado en alojarse en las zonas rurales de especial interés son las figuras de "Posadas de Cantabria" y "Casonas Cántabras".

Gastronomía de Cantabria

Almejas a la marinera, angulas a la cazuela, los imprescindibles cocido lebaniego y montañés, maganos encebollados, marmita de bonito, olla ferroviaria, pudin de cabracho, solomillo al queso de Tresviso, quesada, sobaos pasiegos... El recetario de la cocina tradicional cántabra es uno de los más variados de España. Se trata de recetas sencillas pensadas para darle todo el protagonismo a un producto que llega a la mesa desde multitud de fuentes: el mar, los ríos, la huerta, el bosque y los prados. El Cenador de Amós con sus 3 estrellas Michelín es el estandarte de la gastronomía en la comunidad pero ese excelente producto local es el garante de un nivel medio de calidad muy alto en los mesones y restaurantes de la región.

Preparar el viaje nunca había más fácil con todas las posibilidades que nos da internet. Podemos planificar nuestra visita hasta el último detalle haciendo las pertinentes reservas y adquiriendo todo tipo de billetes y entradas por anticipado. Si no queremos complicarnos demasiado la vida también también podemos recurrir a buscadores y portales especializados de viaje. Encontraremos una amplia selección de viajes baratos con Buscounchollo.com. Puede que no tengamos muchos días de vacaciones. No es problema: Cantabria está más cerca de Aragón de lo que pensamos y es un excelente destino para una escapada rápida, incluso de fin de semana. De nuevo encontraremos una amplia selección de ofertas de fin de semana con Buscounchollo.com.

¡Disfrutemos del verano!