La delicada situación que vive el Real Zaragoza en su parcela económica, agravada por un momento deportivo con la amenaza del descenso a Segunda B a solo un punto, se resume en los 71,026 millones de euros de deuda global que ahora mismo tiene la entidad, que a 30 de junio pasado era 71,57, de la que el 38,5%, 27,367 millones corresponde a cantidades a pagar pendientes y posteriores tanto al concurso de acreedores como a los créditos privilegiados, la mayoría con Hacienda y con entidades bancarias, que ascienden a 43,659 millones. Esa deuda posterior tiene en los patronos de la Fundación Zaragoza 2032, en los créditos y préstamos avalados, a sus mayores acreedores, con hasta 15,927 millones de euros, de los que 14,2 corresponden a tres préstamos participativos de esta entidad que se hizo con el club en el 2014, aunque ya hace tiempo que no funciona como un ente único.

Así, la Fundación aglutina hasta el 58,19% de la deuda pendiente del Real Zaragoza, con un plazo de vencimiento que finaliza en junio del 2031, si bien cada año se va reduciendo esa cantidad que se les adeuda a los actuales propietarios. Por ejemplo, en la temporada 19-20 se redujo en 3,2 millones, de los que 1,860 correspondieron a la ampliación de capital del 2019 mediante capitalización de deuda que realizó César Alierta para pasar a ser accionista mayoritario.

El déficit de caja

La SAD sostiene que cada temporada hay un déficit de caja en torno a los 10 o 12 millones, es decir la diferencia entre los ingresos y las obligaciones que tiene el club, en una parte importante de las derivadas de esa deuda enorme que heredó cuando compró el club a Agapito Iglesias y que era oficialmente de 106 millones, aunque se fue hasta los 114, pero esta temporada, por los efectos de la pandemia, ese déficit de caja llega a los 13,5 millones. Las deudas con vencimiento en este próximo junio suponen 4,32 millones de euros, sin contar las cantidades del concurso y las del convenio con Hacienda. De esos más de 4 millones, la mayor deuda hace referencia a las indemnizaciones pendientes de la temporada 16-17, ya que ese verano salieron del club Lanzarote, Xumetra, Irureta o Barrera, entre otros, y los pagos se elevaron por encima de los 1,2 millones, de los que restan 906.334 euros por abonar.

En esa deuda pendiente con vencimiento a 30 de junio está el pago del corriente con Hacienda, es decir las obligaciones anuales, que suben a más de 887.000 euros o los pagos a diferentes servicios jurídicos del club, que suponen unos 224.000, con Cuatrecasas a la cabeza (193.117 ), pero también Ruiz Huerta y Crespo Abogados, que llevan la reclamación por la adulteración de la competición que denunció el Zaragoza en el pasado playoff tras no poderlo disputar Luis Suárez al no autorizar el Watford la prórroga de su cesión y que supone 18.150 euros.

Abogados y agencias

Diferentes agencias de representación (Idub, Emart Soccer, Promoesport, Promosport Portugal Boss o Toquero, entre otras) tienen que percibir unos 18.000 euros por sus servicios, mientras que los intereses de los créditos obtenidos en su día, en la etapa de Agapito Iglesias, desde Ibercaja y Bantierra, suponen este 30 de junio 248.094 euros y 82.698 respectivamente. También está contabilizado el pago a los tres administradores concursales, a razón de 4.240 euros cada uno, teniendo en cuenta que el club sigue pagando deudas de ese concurso del que salió en el 2012.

Llama la atención que este junio hay que pagar 60.392 euros al Copenhague dentro del traspaso de Pep Biel, que se cifró en 4 millones más objetivos para el Zaragoza en el 2019, además de 42.350 euros al Athletic, con el que el verano pasado se negoció la desvinculación de Larrazabal. También son destacables los 18.000 euros que hay que abonar al Deportivo Maldonado, club del que llegó cedido en la 14-15 Willian José o los 15.787 que debe percibir el Werder Bremen alemán.

Jair y Atienza, en el 2022

Con fecha de vencimiento del 2022 hay, por ejemplo, 250.000 euros al Maccabi de Tel Aviv israelí, por el acuerdo de traspaso en agosto de Jair, además de 150.000 euros al Numancia, el último plazo de los 450.000 globales del fichaje de Atienza o 25.000 euros al Oporto luso, del que el Zaragoza obtuvo la cesión de André Pereira el curso pasado y, además, el club portugués tenía una parte del pase de Verdasca, traspasado al Beitar israelí en el 2019.

En el 2023 vencen 2,686 millones que corresponden a los intereses a largo plazo de la deuda histórica con Hacienda, que ahora está en 10,76 y que en el 2014 ascendía a más de 30. En el 2025 hay un vencimiento atribuido a la ya extinta Zaragoza Real Estate, la inmobiliaria que creó Agapito Iglesias, aunque se trata de un reconocimiento de deuda por una novación de préstamo con una entidad bancaria que absorbió esa cantidad de 258.717 euros.

El crédito de LaLiga

Y en el 2028 vence un crédito que LaLiga concedió al Zaragoza y a otros equipos del entonces denominado G-30, que fue una unión de los clubs más modestos que se formó en la época de Alfonso Soláns cuando hubo que negociar el reparto conjunto de los derechos televisivos, y que en el momento en que se concedió era de más de cuatro millones, de los que ahora restan 3,7 millones de euros de abonar, porque los pagos no comenzaron hasta hace pocos años.

El vencimiento más tardío corresponde a las cantidades que han sido avaladas por la Fundación Zaragoza 2032. Los actuales patronos han avalado, capitalizando préstamos, desde su llegada en torno a 22 millones de euros, la mayoría (unos 17) César Alierta y su sociedad, Prado de Altaoja. Alierta controla el 49% del capital social de la SAD (6,361 millones en total), pero llega al 50,56% con el porcentaje de su sobrino, Fernando Sainz de Varanda, vicepresidente y consejero delegado. La familia Yarza, con Gredinco, Carlos Iribarren, con Tecnoiragin, y Juan Forcén, con Sport Around The World, se reparten un 13,46% del capital cada uno.

Las aportaciones de los patronos

De esos 15,9 millones, 14,2 corresponden a tres préstamos participativos de la Fundación, uno de 2,63 millones en el 2014, otro de 4 un año después y otro de hasta 7,6 en el 2017, empleado este último en la firma de la modificación del convenio con Hacienda que tenía tres años de duración. Las aportaciones de los 4 patronos (La Zaragozana es el quinto pero no entra en el reparto accionarial) han acabado siendo a través de prestamos que se pueden o no capitalizar o con avales bancarios. Así, con compensaciones de créditos, llegó la primera ampliación, de 2 a 4,5 millones, y la segunda, de 4,5 a 6,361, esta última solo suscrita por Alierta, que es el que más ha aportado a la SAD. Los otros tres patronos con poder accionarial aportaron en torno a 1,5 millones cada uno.