Existe cierto reparo en el Real Zaragoza a hablar de la obligación de subir a Primera. Luis Suárez (Santa Marta, Colombia, 2-12-97), en su presentación en el Restaurante Aura, rodeado de medio centenar de aficionados zaragocistas, demostró que él no se anda con medias tintas en ese sentido. «No tuve que hablar con nadie para buscar referencias del Real Zaragoza, es un club histórico. Sé que al venir aquí no se habla de otra cosa que no sea buscar el ascenso porque este equipo no merece estar en Segunda por toda la historia que tiene, sino en Primera. Tenía otras opciones, pero era una locura dejar pasar al Zaragoza», aseguró, para después rematar la idea de la ambición por subir: «El jugador que venga aquí y no tenga en la cabeza ascender viene a nada. Es lo que queremos buscar».

Acompañado por su esposa y su hijo pequeño, de solo un año, el punta colombiano fue claro y directo en sus primeras palabras de zaragocista. Al contrario que su compatriota Jeison Medina, que el año pasado habló de anotar 20 goles para después irse en enero, Suárez no se marcó una cifra después de haber hecho siete dianas en su cesión al Nástic: «No quiero tener techo. Que todos los goles que pueda hacer sean un granito de arena para estar arriba en la tabla», resumió, comentando que ya había hablado con Víctor un día antes de hacerse oficial su cesión desde el Watford el pasado 21 de junio y que el estilo ofensivo que propone el técnico le puede venir bien. «En el Nástic teníamos un fútbol más de esperar a alguna contra y ahora sé que el míster quiere desde el primer minuto proponer fútbol y crear ocasiones. Eso para cualquier delantero es lo mejor que hay y más en mi caso por mis condiciones, ya que tengo buena ruptura y puedo venir a recibir el balón».

Entre esas condiciones, Suárez destacó que es «un delantero potente y rápido, con el arco bien encarrilado y que no duda dos veces para tirar a portería y que puede caer al espacio, jugar al lado de otro punta y también hacerlo de referencia», aseguró, para dejar claro que el ambiente de La Romareda le supone un plus: «Para un futbolista jugar cada domingo ante más de 25.000 personas es lo mejor».