Desde su domicilio en París y con la Liga francesa también paralizada, Ander Herrera volvió a hacer, en declaraciones a Studio TV y al periodista Aitor Lagunas, gala de su zaragocismo y reflexionó sobre el ascenso del equipo, segundo clasificado hasta que se paralizó la competición: “Estoy muy contento de la trayectoria, pero ahora estoy cagado porque el Zaragoza tenía una pinta fantástica y cada vez que oigo que si se anulan las ligas me da un vuelco al corazón. Esperemos que se juegue, se termine y se certifique eso que tenía tan buena pinta”, aseveró el centrocampista del París Saint Germain, que reveló una anécdota de su presentación en el PSG cuando pisó el Parque de los Príncipes, escenario de la Recopa ganada por el Zaragoza en 1995: “El día de la presentación, cuando entré en el campo lo primero que hice fue decirle a mi mujer que desde ahí había marcado Nayim. Ella cree que estoy un poco trastornado, pero bendita locura”, añadió entre risas.

Tras marcharse del Zaragoza en el 2011, después de pasar por todas las categorías inferiores, Ander jugó en el Athletic y se le preguntó en esta entrevista a qué club desearía volver. No dejó lugar a dudas. “Fui inmensamente feliz en Bilbao, pero soy zaragocista, no lo he ocultado nunca. Me gustaría que mi club se pareciera al Athletic, porque es increíble, he tenido la suerte de disfrutar allí de esa filosofía que es brutal. Pero mi ilusión es la de volver al Zaragoza. Es el club del que soy, lo llevo en el corazón, he sido seguidor, socio, lo voy a seguir siendo el resto de mi vida y mis hijas también lo son ya”, afirmó el jugador, de 30 años y que llegó al PSG tras dejar el Manchester United en el pasado verano. “Intento defender la camiseta del equipo donde estoy con el mayor orgullo, como si fuera el último aficionado de ese club, pero mi equipo es el Zaragoza. Mi ilusión ahora es disfrutar más tiempo en París, ganar títulos y jugar al lado de los mejores del mundo y un día volver a casa y disfrutar del Zaragoza”, indicó.

De momento el año no ha sido sencillo para el exzaragocista, que ha pasado por varias lesiones que han cortado su rendimiento y que le han hecho tener pocos minutos, con solo ocho partidos de Liga y 18 de competición oficial. Ahora, con el parón de la competición en Francia, el jugador reveló que sus dos hijas le ocupan mucho tiempo. “La mayor tiene cuatro años, con eso ya lo digo todo, somos los dos muy activos y a las ocho ya me dice que ya está muy cansada”, bromeó. En todo caso, en Francia sí puede hacer ejercicio al aire libre. “Nos dejan correr de uno en uno y llevando un justificante que diga quién eres y qué haces corriendo, así respiras un poco de aire fresco. A mí no me ha parado la Policía todavía”, concluyó.

Afirma estar a gusto en París, “la segunda ciudad más bonita del mundo después de Zaragoza” y también en el conjunto francés, porque “es un club grande, con una repercusión brutal, con jugadores aspirantes al Balón de Oro, como lo era el Manchester United. Estoy encantado, es un vestuario tan bueno que ni me lo esperaba. Ahora, con la pena de este parón en Francia, porque la temporada tenía muy buena pinta , ahora aún también la tiene, pero veremos cuándo se reanuda esto”, concluyó.