El día que el Real Zaragoza escenificó el acuerdo para la continuidad de Víctor Fernández, al entrenador le fue requerida su opinión sobre los tres jugadores ya contratados para la próxima campaña: Bikoro, Mingotes y Etinof. «No los conozco», respondió. Desde la incorporación de Lalo Arantegui como máximo responsable deportivo en el 2017, el club se ha distinguido por realizar ese tipo de apuestas. Jugadores de mercados muy secundarios, desconocidos para el gran público e incluso para profesionales del ramo. Unos han salido muy bien, como James, otros bien (caso de Papu), alguno parecieron pero no fueron como Verdasca y otros no funcionaron (Medina). Buff y Grippo, aunque también anónimos, no entrarían en esa categoría. Su caché era ya superior.

El tipo de apuesta con todos ellos fue la misma, aunque el resultado haya sido distinto. No es eso lo que ha fallado esta temporada. Han sido más los sueldos altos, especialmente de los tres puntas: Álvaro, Gual y Toquero, este por lesión. Salarios altos, rendimiento bajo.