Es una evidencia que una de las causas de la caída del Zaragoza está en la clara decadencia de su seguridad defensiva, ya que el equipo comenzó la temporada mostrando una firme sobriedad atrás, encajando pocos goles y con los rivales generándole pocas ocasiones, que además Cristian Álvarez se encargaba de salvar en la mayoría de veces, y ahora la sensación de debilidad y de recibir goles con demasiada facilidad es palmaria.

La refuerzan sin duda los números. El equipo zaragocista era, en las cinco primeras jornadas, el menos goleado junto al Almería. Con solo dos dianas, la que le marcó la Ponferradina (Pablo Valcarce) en El Toralín y la que anotó Diego Caballo para el Extremadura en La Romareda. En ese comienzo liguero, el Zaragoza fue capaz de sumar 13 puntos de 15 posibles, con cuatro triunfos, frente a Tenerife, Elche, Extremadura y Alcorcón, y un empate, contra el equipo del Bierzo.

Desde la jornada sexta, con el partido aplazado en Fuenlabrada y que se disputó hace justo una semana, y hasta la duodécima, donde el equipo en siete citas solo ha sumado seis puntos -una victoria en Soria, empates ante el Lugo, el Oviedo y el Málaga y derrotas con el Cádiz, el Fuenlabrada y el Mirandés-, el Zaragoza se ha descosido por completo en defensa, ya que ha recibido 10 dianas. En este periodo, solo el Deportivo y el Mirandés, con 12 tantos encajados, y el Lugo, el Tenerife y el Girona, con 11, han recibido más que los de Víctor, que han pasado de ser una de las escuadras más sólidas del campeonato a la sexta que más encaja en las siete últimas citas.

De esos siete partidos, el Zaragoza se quedó sin recibir goles ante el Lugo en casa (0-0) y en la victoria en Soria (0-1). De hecho, el equipo de Víctor ha dejado su portería a cero en cinco de las 12 jornadas, un buen balance, pero tres de ellas fueron en las cinco citas iniciales y dos en las siete posteriores.

Mientras, el Zaragoza ha recibido dos goles en cinco partidos de esta etapa reciente para completar ese total de 10. El Fuenlabrada le ganó con un gol de falta directa de Hugo Fraile y otro tras una contra rematada por Iban Salvador, mientras que el Oviedo le hizo otras dos dianas, ambas por medio de Ortuño, aunque la segunda tras un penalti dudoso. Para el Málaga marcaron Sadiku en una buena jugada por el carril derecho y Lombán, de cabeza tras un saque de esquina. Mientras, el Cádiz (0-2) batió a Cristian en otras dos ocasiones, con los tantos de Lozano, también en un saque de esquina, y Nano Mesa, en una contra. Por último, el Mirandés volvió a marcar otros dos goles al Zaragoza, obra de Marcos André y de Álvaro Peña, ambos en dos contragolpes.