Eguaras, al acabar el partido ante el Almería, afirmó que el Zaragoza en un día clave no había estado a la altura. La reflexión, que no admite dudas, aún fue más dura en el interior del vestuario, donde no fueron pocos los futbolistas que vieron al equipo sin la intensidad y el alma necesarias para afrontar un encuentro tan vital y que suponía dar un paso decisivo hacia el ascenso directo, dejando ya a años luz a un rival directo, a ocho puntos y el 'goalaverage', ahora perdido con los de Gutiérrez, que están a dos puntos. La mañana de este domingo en la Ciudad Deportiva fue de reflexión, Víctor Fernández se reunió con sus futbolistas de manera conjunta y después con algunos de ellos, titulares todos ante el Almería y de bajo rendimiento en ese encuentro, de manera individual para ratificarles su confianza en ellos, pero también que deben dar un paso adelante, ofrecer una mejor versión. Les pidió una reacción inmediata ante el Extremadura, un encuentro que el vestuario ya se ha tomado como de ineludible victoria, por mucho que este domingo el Huesca y el Cádiz, que se enfrentan el miércoles entre sí en El Alcoraz, no pasaran del empate, lo que alivió la sensación de grave tropiezo zaragocista

El técnico, y también la plantilla, es consciente de que el fútbol del Zaragoza, en defensa y en ataque, debe vivir un giro, un cambio profundo, que hay que meter una marcha más en la parcela ofensiva y que atrás es necesaria más contundencia. El Alcorcón, el Lugo y el Almería salieron más enchufados que los zaragocistas, con una mayor intensidad, pero en el Anxo Carro el equipo aragonés golpeó en los momentos oportunos y acabó por controlar el duelo y ganarlo.

Caso distinto es La Romareda, donde en los dos partidos se ha vivido un guion parecido, con el rival dejando hacer durante muchos minutos a los zaragocistas, incapaces de adaptarse a la nueva realidad, sin un público que les levante en los malos momentos y suponga ese plus. El Zaragoza ha tenido más posesión en esos encuentros, hasta un 67% con el Almería y un 55% contra el Alcorcón, pero ha realizado un control ficticio del encuentro, con el rival sintiéndose cómodo para defender y esperando su oportunidad. Ante el cuadro alfarero se la brindaron los propios errores del Zaragoza en defensa y frente al Almería la justificación estuvo solo en la superioridad del enemigo, que manejó a su antojo el pleito

El Zaragoza llegó al parón invicto en el 2020, con 22 puntos de 30 posibles en la Liga y siendo el mejor bloque de Primera y de Segunda. Ahora, todo eso se ha desmoronado y en La Romareda, en este nuevo estadio de silencios y vacío, ha encajado dos derrotas dolorosas y sin paliativos en dos partidos, cuando llevaba seis jornadas sin perder ante su gente, que iba a ser clave para dar el último empujón a Primera. Toca comprender ese cambio de escenario y rectificar la trayectoria en casa en las cuatro citas que restan, ante el Huesca, el Rayo, el Oviedo y la Ponferradina. Es verdad que en este nuevo fútbol la ventaja de jugar en casa se ha anulado, pero el Zaragoza no puede tirar por la borda los seis partidos que le restaban tras el parón en su estadio. Si lo hace, el ascenso será una quimera.

La clasificación

Segundo, en ascenso directo y con dos puntos de ventaja con el Almería y cuatro con el Huesca, el Zaragoza tiene la sartén por el mango. Y eso también lo saben los futbolistas, conscientes de que es vital una reacción como la que hicieron en Lugo, como la que vivieron en la primera vuelta, tras tres derrotas seguidas (Fuenlabrada, Mirandés y Sporting) y superando las muchas bajas y el duro golpe de Dwamena. Entonces, el Zaragoza se levantó y ahora debe volver a hacerlo, empezando por el Francisco de la Hera.

Víctor dejó claro este domingo en sus reuniones individuales con varios futbolistas que confía en ellos, pero el técnico sabe que es fundamental que den ese paso adelante. Luis Suárez, el Yamiq, Atienza, Nieto o Soro no son los mismos que antes del parón y otros como Burgui no dan el paso adelante esperado. Y Puado y Vigaray siguen sin estar, tampoco mañana ante el Extremadura por sus lesiones. Por eso el técnico y sus futbolistas vivieron una jornada de reflexión, queda tiempo y el Zaragoza sigue en ascenso y dependiendo de sí mismo, pero el cambio de imagen y de fútbol es absolutamente obligado.